domingo, agosto 17, 2008

tríptico

(1)
quiero descansar pero no morirme
dejarme llevar por la intuición del animal herido
y encontrar al final un refugio

(2)
la luz a veces encandila
nos deja ciegos, vulnerables
pero otra veces aparece tenue al final del camino
y nos dice adónde debemos ir

(3)
si al menos me hubieras preguntado cómo me siento
te hubieras dado cuenta que el fondo de mi alma
es un espejo que sólo refleja tu rostro

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

cuando

cuando te hartes de cada cosa que te rodea
cuando todos los picaportes sean quitados
cuando los nombres de todos los días no te sean familiares
cuando la luz te hiera como una espada de dos filos
cuando no veas más allá de tus narices
cuando una botella de ron sea la puerta al paraíso
cuando el insomnio se acueste junto a ti y se duerme antes que tu
cuando grites y ni siquiera puedas oírte
cuando la indiferencia sea un manjar y la recibas como un regalo
cuando te olvides del último beso que diste
cuando recuerdes simplemente las palabras sin sentido
cuando nadie te pida permiso y te lleven por delante
cuando cantes para no escuchar latir el corazón
cuando únicamente ella pueda venir a tu rescate



7 comentarios:

Anónimo dijo...

hermoso post es bueno leerte mas seguido escries muy bien, saludos y buen inicio de semana

Anónimo dijo...

tienes regalitos en mi blog

Noctiluca dijo...

Hola! gracias por tu comentario en mi post! si... las musas son esquivas... el tema es que a veces aparecen grácilmente, y otras aparecen de la mano de ciertas desesperaciones... pero así es.

Ah!! muy bueno tu "cuando"... y también está "cuando llega la calidez tibia como un rayo de sol de la mañana".....

un abrazo
Clara

María Soledad Sanjurjo dijo...

el lugar al q debo ir

es el rostro que refleja el fondo de mi alma

el conocimiento de los demàs proviene del conocimiento de uno mismo.

pero necesitamos de esa luz extranjera para reconocerlo.

interesante.

carmen jiménez dijo...

Cuando quieres morirte y no te mueres, cuando ningun músculo de tu cuerpo se atreve a moverse sin tu permiso, cuando el único compañero que te acompaña es ese insomnio persistente y tenaz que se empeña en acompañarte con todos sus fantasmas. Cuando se te hiela la sangre porque por un instante te atreviste a cerrar los ojos, y él vuelve, y vuelve siempre. Cuando quieres desmorirte y y sigues en el mundo de los muertos vivientes, es hora de aprender que nadie vendrá a rescatarte. O como decía John lennon: "Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja..." y somos a penas el bocado de una manzana. Bueno, Jonh Lennon no decía exactamente esto, pero sus primeras palabras me inspiraron la manzana de Steve Jobs.
1003.

carmen jiménez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
carmen jiménez dijo...

Es que se publicó dos veces el comentario y creo que con una era suficiente. Gluck.