poema 50
a la fruta prohibida,
le pondría tu nombre...
al silencio un par de brazos que te busquen
al abismo de la luz, un cerrojo con tus labios
a la frágil letanía de la luna,
el ansia de mis manos
al color del arcoiris un atuendo de deseos
al espejo del arroyo, el beso más profundo
a un jazmín recién abierto
brisa de tu pecho
al camino fragmentado
puentes de memoria omnipresente
a los cristales del alba,
el rocío esclavo de la noche
a las estrellas del insomnio
el delta indescifrable de tu pelo
a todo el universo haría, parte indivisible
del arcano de tus ojos
hasta encontrar una respuesta